domingo, 6 de julio de 2014

CRESTA SALENQUES-TEMPESTADES AL ANETO

La cresta Salenques-Tempestades es una de los recorridos más clásicos y más deseados de todo el Pirineo. Sus casi tres kilómetros de cresta, sus casi 750 metros de desnivel, el ambiente que la envuelve, y el hecho de coronar el techo del Pirineo, la convierten en objetivo obligatorio para todo alpinista de pacotilla o de verdad que se precie.
Graduada como de dificultad D, MD en algunos sitios, tiene pasos de hasta IV+/V. Naturalmente la dificultad de este recorrido no radica en el grado. Hay que tener en cuenta otros factores como la difícil retirada, su longitud, el peso que tendremos que llevar si planeamos vivaquear, los tramos de roca descompuesta, los destrepes delicados, las trepadas fáciles sin encordar donde no es posible fallar, así como el saber encontrar el camino entre el caos de bloques. En fin...lo que es un recorrido por una arista...que se trepa por todos los sitios menos por la arista...jejeje...


Nosotros hicimos esta cresta el 19 de Septiembre de 2004. Al loro con la calidad de las fotos...
Lo cierto es que la mejor época dicen que es entre Mayo y Julio, por tener más horas de luz y temperatura más moderada. Nosotros aparcamos la furgoneta en la Besurta (1940m), y comenzamos a andar poco antes de las cinco de la mañana. La aproximación la hicimos de noche, pero como ya conocíamos el camino no tuvimos problema. Hay que coger la senda de Aigualluts, pasar Plan de Aigualluts y remontar el valle de Barrancs. Pasamos el Ibón de Barrancs y llegamos a la Colladeta, desde donde podemos ver ya toda la arista.


Hasta aquí tenemos unas tres horas. Una hora más para subir hasta el Collado de Salenques.


Ya hay gente en el collado. Parece que la arista va a estar concurrida...


Una vez en el Collado de Salenques, ascendemos sobre la arista no más de 200 metros, para abandonarla y continuar ganando altura por bloques, siempre por la vertiente de Barrancs.




Se vuelve a retomar la arista donde vemos que se vuelve más horizontal y seguimos por ella hasta el primer gendarme. Hasta aquí la dificultad no pasa de III. Se puede hacer sin encordarse, eso sí, precaución máxima, asegurándose bien dónde pone uno los pies y dónde se agarra!!!!!



Dos gendarmes tenemos que escalar para llegar al Margalida.


El primer gendarme se caracteriza por las fisuras oblicuas que lo recorren. (IV)


Cima del primer gendarme. Ahí está la cordada que llevábamos delante.


El segundo gendarme lo rodeamos, descendiendo por una canal, para luego escalar otra canal que nos deja al pie de una torre vertical de unos 20 metros que tenemos que escalar, IV+.


Desde la torre continuaremos por la arista.


Descenderemos luego por una brecha...


Y continuaremos subiendo hacia el Margalida, (3.241 m)





En la cumbre del Margalida.




Desde la cumbre del Margalida vemos la cresta de Llosás. Esa es otra historia...


Y lo que nos queda, la cumbre del Tempestades y el Aneto...


Desde el Margalida vamos por terreno fácil pero delicado. Descendiendo primero, para luego comenzar a ascender hasta la cima. El último tramo es el más complicado, con unas chimeneas de IV para llegar a la cumbre.




En el Tempestades, 3.274 m.



Desde la cumbre hay que descender a la brecha de Tempestades. Se puede hacer rapelando o destrepando. La roca está muy descompuesta.
Desde la brecha hay que escalar unas placas de III+ y continuar hasta la arista que nos conduce a la espalda del Aneto.





La cresta que nos queda hasta la cumbre del Aneto es un terreno mucho más fácil. Aunque parece que nos queda aún un buen trecho, se hace rápido.




Llegando al Aneto.


Cumbre!!!  Aneto, 3.404 m.

Teníamos previsto vivaquear y bajar al día siguiente, pero hicimos cumbre poco antes de la cinco de la tarde, así que aún nos quedaba tiempo para el descenso!!!


Bajamos por la ruta normal del Aneto, por el Portillón Superior y Renclusa. Esta foto del Aneto y el glaciar la hicimos desde el Portillón Superior. Llegamos al refugio a las diez de la noche, y a las once ya estábamos en la furgoneta. 
Una actividad bien bonita! Se tarda poco en contar, pero fueron dieciocho horas furgo-furgo, de las cuales cuatro fueron de pateada de aproximación, ocho horas de trepe-destrepe-trepe y otras seis horitas de descenso con glaciar incluido...
Voy a merendar algo, que me he cansao sólo de contarlo...