jueves, 28 de mayo de 2015

LOS DIEZ MIL DEL SOPLAO 2015

Parecía que no iba a llegar nunca, pero al fin llegó. 
Todo el invierno preparándonos para la edición del Soplao 2015, para no sufrir demasiado, para conseguir terminar, o para mejorar la marca del año anterior. Cada loco con su tema. 
Desde luego, preparados para pasarlo en grande.
Dos semanas antes vigilando la previsión para saber si nos íbamos a mojar o no, y al final nuestras plegarias parece que llegaron a algún sitio...


El viernes pusimos rumbo a Cabezón de la Sal con un polizón a bordo. Miguel Angel hizo el viaje con nosotros.


Un paseo por Cabezón, recogemos los dorsales y me meriendo una quesada. Llevo acumulando víveres en la reserva toda la semana, no vaya a ser que me quede sin combustible mañana...



A Miguel le han puesto un punto verde en el dorsal. Significa que mañana en la salida será uno de los privilegiados que entrará en el cajón de los que quedaron entre los 500 primeros en la edición pasada. Saldrá por delante de la plebe, ahorrándose tapones y ahorrándose el esfuerzo de adelantar a los caracolillos como nosotros.


Una vez recogemos los dorsales de todos los demás, nos vamos a la casa para cinco que ellos tienen alquilada en Ucieda. Es perfecta, pues tiene un jardín enorme donde nosotros podemos aparcar la furgo.
Angel y Julia llegan al poco tiempo. Alejandro y Olga tardarán más. No podremos esperarlos para cenar...




Ponemos a punto las bicis, preparamos las cosas para mañana y nos vamos a dar un paseo hasta el avituallamiento de Ucieda. Cenamos pronto y a la cama!!


Ponemos el despertador a las cinco de la mañana. Desayunamos tranquilamente y a las seis y media empezamos a dar pedales. Nos vamos en bici desde Ucieda a Cabezón
La calle donde se da la salida ya está atestada de gente. Nos colocamos en un lateral, en la acera para colarnos cual macarras en cuanto den la salida. Miguel está un rato con nosotros y luego se marcha a su cajón.





La salida es muy emocionante. Los discursos no los oímos, claro, pero sí se intuye la música de AC/DC retumbar, los petardos y la cuenta atrás de la multitud. Nos vamos!!!


Nada más salir nos separamos. A Miguel ni le vemos, claro. Miguel Angel se despide y sale volando. Yo me quedo sola, y un poco más atrás van Alejandro, Angel y Julia.


Salimos de Cabezón y empiezan las primeras rampas. Cuando llevamos un buen rato en carrera, Alejandro me llama desde atrás. Le espero y seguimos juntos. Pasada la Cocina paramos a quitarnos ropa y nos alcanza Angel.


En la subida al Soplao volvemos a separnos y finalmente ya no nos volvemos a ver en carrera.


Pasado Ruente, antes de llegar al avituallamiento de Ucieda, me encuentro a Olga. Está dando un paseo con la niña, esperando a que pasemos. Me dice que a Miguel no lo ha visto y que Miguel Angel me lleva una hora de diferencia. Madre mía, cómo corren!!


Una hora más tarde pasarían Alejandro y Angel, que iban decididos a intentar subir al Moral y completar el recorrido Bronce.


El maestro completó los 164 kilómetros en 8 horas 12 minutos. 
Qué tío más grande!! 


Allí estuvo esperando en meta hasta que aparecieron Alejandro y Angel, que consiguieron completar el recorrido Bronce, tan contentos.
Miguel Angel consiguió terminar en poco más de 12 horas! Bravo!
Y Julia completó el recorrido en menos de 16 horas. Enhorabuena!


Y yo...mientras tanto...pasando mi calvario personal...
La subida al Moral la hice bastante mejor que el año pasado. Llegué al punto donde me retiré el año anterior con una hora de adelanto. A simple vista podía parecer una buena señal, pero poco después descubrí que no lo era...
Nada más empezar a subir Fuentes empecé a darme cuenta de que no iba nada bien. Ya no pedaleaba con alegría y el estómago empezó a decirme que no quería ni agua...
Bajé el ritmo y continué, pero el mal ya estaba hecho. Me había pasado de vueltas...
A trancas y barrancas y con bastante tiempo, conseguí subir a Cruz de Fuentes, y allí decidí la retirada. 
Todavía quedaban muchos kilómetros duros, y para mí no tenía sentido acabar la carrera andando y en más de 14 horas...
Después de casi 110 km hasta Cruz de Fuentes aún me quedarían otros 40 kilómetros por carretera a Cabezón de la Sal.


Os habéis retirado de algo alguna vez?? Si lo habéis hecho sabréis de lo que os hablo...
Al minuto siguiente de haberme retirado ya me estaba arrepintiendo. Os suena?
"Tenía que haber seguido... a lo mejor no estaba tan mal...y si hubiera aguantado un poco más...soy jilipollas..."
En fin...las comeduras de tarro típicas que aún no me han abandonado a día de hoy...


Sé que es una tontería. Sólo es una carrera. Vamos a pasarlo bien...lo sé, pero no podía evitar sentir el fracaso corriendo por mis venas, jajajaja...
Ese mismo día y al día siguiente no paraba de decir "no vuelvo a venir..."


Pero hoy ya estoy esperando que abran las inscripciones para el siguiente edición!!!
¿¿Quién se viene??

Muchas gracias por tus fotos, Julia!!


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