lunes, 22 de junio de 2015

MONT BLANC, LA ESTRATEGIA

Año 2002. Era la segunda vez que viajábamos a Alpes a pasar las vacaciones de verano. Algunas cosas habían cambiado con respecto al año anterior, otras no...
Una de las que no habían cambiado era el coche en el que viajábamos...el Peugeot de Miguel, cargado hasta la bandera, bicis incluidas...
Salimos de viaje el 1 de Agosto, rumbo a Verdon. Era nuestra primera parada. A menos de 10 km de La Palud sur Verdon, ya de noche, "aparece" una piedra en la carretera. Miguel, quién sabe porqué, en lugar de esquivarla, decide que pasa por encima de ella... 


La piedra, que era un buen ejemplar, rompe el carter del coche. Allí nos quedamos tirados. Un buen samaritano que pasó en dirección contraria se encargó de dar el aviso a la grúa.
Al rato, la grúa nos recoge y nos deja en Moustiers Saint-Marie, a la puerta del taller mecánico.
Pasamos la noche en el coche, durmiendo a ratos como pudimos, hasta que abrieron. El coche se quedó en el taller, y nosotros nos instalamos en el Camping Manaysse, después de sacar todo el equipaje y llevarlo a patita al camping en varios viajes...


El coche estuvo en el taller cuatro días. Cuatro días que nos pasamos montando en bici y hartándonos a darnos carreras por la zona. Cuando recogimos el coche nos fuimos a La Palud, donde estuvimos tres días escalando y montando en bici. Lo que se dice un no parar...


El noveno día de vacaciones y sobre la marcha, decidimos "acercarnos" a conocer Dolomitas. Nos instalamos en el Camping Malga Ciapela.
Por aquel entonces no se estilaba eso de hacer un estudio exhaustivo de la meteo antes de salir...


Estuvo lloviendo dos días seguidos. Los empleamos en pasear con el chubasquero puesto y en recorrer Cortina d'Ampezzo, Passo Pordoi y Passo Sella con el coche.



Cuando por fin deja de llover no podemos creerlo!
Lo primero que hacemos es montarnos en las bicis y subir a ver esos puertos que habíamos "visto" en coche el día anterior.


Passo Sella, 2242m.


Por aquel entonces yo usaba una chincheta en lugar de casco, jejeje...




Luego decidimos estrenar las botas que nos habíamos comprado antes de salir de Madrid. Esa es una de las cosas que sí habían cambiado con respecto al año anterior. Ya no tendríamos que patear nunca más con las botas de plástico de travesía!!!


Ascendimos a la Marmolada, 3342m por la vía ferrata.


Estaba increíble, pues toda la lluvia caída había sido nieve aquí arriba.



Pasamos una jornada estupenda. Por la noche lo celebramos en la Pizzeria de Sottoguda con una calzone, mmmmmmmm...


Después de algún paseo más con la bici, abandonamos el camping y salimos de viaje a Chamonix.
Habíamos quedado allí con mi hermana, Fernando y Pili. No podíamos quedarnos en Dolomitas más días.



Cuando llegamos a Chamonix nos instalamos en el Camping de la Mer de Glace y reservamos un sitio para ellos.


A la mañana siguiente, ellos hacen planes para patear y nosotros iniciamos nuestra aventura hacia el Mont Blanc. Primero un teleférico desde Les Houches y luego un tren cremallera que te deja en Nid d'Aigle.


Pateada hasta el Refugio Tete Rousse (3204 m), un descansito y continuar hasta el Refugio Gouter, a 3817m.


Como buenos novatos, subimos al refugio sin reservar. Se nos ocurre la idea loca de vivaquear fuera del refugio. Más gente va a dormir fuera, pero con tienda de campaña.


Según se va yendo el sol nos vamos convenciendo de que no podemos dormir fuera. Terminamos durmiendo dentro, a ratos en una mesa, a ratos en un banco, a ratos en el suelo, y yo cada vez me encuentro peor. Me estalla la cabeza, no puedo comer, estoy con ganas de vomitar y me mareo...
A la hora estipulada, nos levantamos, nos preparamos y abandonamos el refugio junto con mucha gente más.
No he mejorado nada, pero aún así lo intento. Sólo recuerdo ir andando medio dormida, las luces de los frontales en la oscuridad e ir tropezando con los crampones y la cuerda constantemente...
Llegamos hasta la Dome de Gouter, a 4304 m. Allí nos dimos la vuelta...


Una parada en el refugio y bajada a Chamonix. Allí nos espera mi hermana y nos cocina una comida reconstituyente que nos ayuda a olvidar el fracaso. Otra vez será, y habrá que emplear otra táctica...


Después de un día de descanso dando pedales, volvemos a calzarnos los crampones.
Nos subimos con Pili en el Teleférico de L'Aiguille du Midi para ascender al Mont Blanc du Tacul, 4248m.


Pasamos un día fantástico.






Al día siguiente, después de unas compras por Chamonix, nos vamos, porque dan mal tiempo.


Hacemos una parada en Vielha para dormir, y continuamos hasta Benasque.


Nos alojamos en el albergue del pueblo de Liri. Allí celebramos el cumpleaños de Susana, y después de unos días de bicicleta, paseos y escaladas regresamos a Madrid...



El verano siguiente volvemos con energías renovadas. Comenzamos las vacaciones el 31 de julio.
Coño!! y viendo las fotos acabo de darme cuenta de que ya no viajábamos con el coche!!! 
Ya teníamos la California!! Diossssss, qué lujazoooooo!!!!


El día 1 de agosto, tras instalarnos en el Camping de la Mer de Glace, volvemos a repetir la operación en el Teleférico de Bellevue y el tren cremallera de Nid d'Aigle.


Esta vez hemos decidido cambiar de estrategia. 
Para evitar pasar la noche a tanta altura como el verano pasado, dormiremos en el Refugio Tete Rousse, a 3204m. Bueno, en realidad no dormimos en el refugio. Vivaqueamos al lado. Mucha gente tiene la tienda montada. Nosotros sólo nos hemos subido los sacos y las fundas de vivac. Algo de frío si pasamos, la verdad...


Desde allí subiremos al Mont Blanc del tirón, sin hacer noche en el Gouter.


Comenzamos a andar a las 8 de la mañana. En dos horas estamos en el Refugio Gouter. Allí todos los que han hecho cumbre han llegado hace ya tiempo. 


Cuando ven que tiramos para arriba nos miran con cara de estupefacción. Con razón...


A las 12 de la mañana estamos en la Dome de Gouter. Sólo otros cuatro tarados han pensado en un plan como el nuestro. Van por delante de nosotros. Les adelantamos.
Llevan guantes y cascos de trabajo, indumentarias que no son de montaña y unas cuerdas que parecen sogas. Les apodamos "los curris".


En el Refugio Vallot, 4362m.


Hacemos cumbre en el Mont Blanc a las dos de la tarde. Como podéis ver no fuimos los únicos "locos". Ese pie no es mío...


Muy bien. Muy bonito, pero la verdad es que apenas me acuerdo. Sé que estuvimos un ratillo en la cumbre y en seguida comenzamos el descenso. En la bajada nos cruzamos con los "curris". Ellos aún estaban de subida...
 Paramos en el Gouter a comer algo y llegamos al Tete Rousse entre las 6 y las 7 de la tarde.


Volvimos a hacer noche en el mismo lugar que la noche anterior y a la mañana siguiente bajamos a Chamonix. A las 10 de la mañana ya estábamos en el camping. 


Más contentos que unas castañuelas!!!


Al día siguiente estuvimos escalando en L'Index, en La Flegere.


Y al siguiente escalamos la Vía "75 cm de más", en la Brevent. 


Después de una semana en Chamonix nos fuimos a Dolomitas.


Pasamos la primera noche en el Passo Gardena


Nuestro primer día en Dolomitas lo pasamos escalando en Val Gardena y paseando por Cortina
El segundo día nos aventuramos en la vía ferrata a la Tofana di Rozes.


Pasamos un día fantástico subiendo escaleras metálicas, siguiendo sirgas y pasando por túneles excavados en la roca.


Creo que nos llevó un total de siete horas entre la subida y la bajada.



Tofana di Rozes, 3225m.


Después lo celebramos con una cena en Sottoguda, como está mandao...


Al día siguiente escalamos la Vía Gross, 300m al Sass Pordoi (2952m)


Sass Pordoi, 2952m.


Luego tocó un día de descanso activo con la bicicleta. Recorrimos los Passos Pordoi, Campolongo, Gardena y Sella. Un palizón en sólo 50 km...


También escalamos la pared norte a la II Torre de Sella, 2598m


Y la Vía Piccola Micheluzzi, 250m a la Cengia di Camosci en la Pared Ciavazes (2500m)


Y la Vía delle Guide, 200m, también en la Pared de Ciavazes.


Joer...qué verano más fructífero!!!


En la Cengia di Camosci.


Después de alguna escalada más en Val Gardena, alguna cena más en Sottoguda y algún pastelito que otro en lugares varios, regresamos a Madrid.
En la buchaca nos llevamos ese año una ascensión al Mont Blanc, otra a la Tofana, un puñado de escaladas, un montón de pedaladas y la retina llena de recuerdos y momentos maravillosos...
Y todos los veranos se repite la misma historia. Los preparativos, la ilusión del viaje, la expectación de no saber qué actividades podremos hacer...
Y por muchas veces que se repita...diossss...no me canso nunca!!!!