miércoles, 30 de diciembre de 2015

"HÉROES DE FUKUSHIMA"


Este año, por motivos no ajenos a nosotros,(no sería justo echar balones fuera), comenzamos las vacaciones de navidad con muuuucha calma.
 Esta vorágine de vida en la que estamos metidos nos invita a convertir en estrés todo lo que tocamos, incluido el inicio de las vacaciones. Y así no se puede vivir...


Así que, en vez de salir corriendo como alma que lleva el diablo, pegando un portazo, nos paramos un momento, respiramos hondo, y salimos, pero despacio, cerrando la puerta de casa con toda la calma de la que somos capaces.
La primera escalada de las vacaciones la hacemos el día 23 en el Barranco del Fin del Mundo. Apenas otro par de cordadas y nosotros, pasamos un día estupendo de lujo al sol.


La segunda escalada de las vacaciones la hacemos al lado de casa, en La Pedriza.
Subimos a la Peña del Reloj, donde otra vez se nos regala un día solitario y tranquilo como pocas veces hemos vivido allí arriba.


El Reloj es un sitio muy especial. No sólo es un perfecto balcón con unas vistas impresionantes, sino que además cuenta con una roca única.


Todas las vías son buenas, las fáciles y las menos fáciles. Muy agradables de escalar, nos ofrecen canto, setas, fisuras y pasos de adherencia. Y en todos los casos todo ello en una sola vía!!



El objetivo del día era atreverme a escalar "El bodeguero", 6c+, una de las estrellas del sector.


Tuve la osadía de meterme y obtuve mi recompensa.


No sin la ayuda de algún maqueo previo por parte de Miguel, y no sin un poco de estrés en el paso de salida...


Nos fuimos a casa tan contentos!


Llegamos justo a tiempo de ponernos a preparar la cena de Nochebuena.


Sí...todo lo que hay en la mesa era sólo para los dos...


El día de Navidad nos vamos para Cuenca con intención de pasar allí tres o cuatro días.
Pasamos el día en el sector Portero de Noche. Otra vez solos...
En la foto Miguel en "Los criados del Sensei", 7b. Un jabato...


El sábado 26 lo pasamos en Valdecabras Sur. Subimos directamente a la parte más alta del sector, y para cuando quiere subir el resto de la humanidad, ya nos ha dado tiempo a escalar todo lo que hemos querido y un poco más.


Estoy con ganas, así que le pido a Miguel que monte "Indígenas Parleños", 7a+.


La he hecho ya unas cuantas veces con la cuerda por arriba. Es de esas vías que dan un poco de miedo...
Hoy, me atrevo a intentarla con la cuerda por donde tiene que ir...y sale!! Bingo!!


Doy gracias a la dieta estricta que estoy siguiento a base de Panettone. Me está viniendo al pelo...


El resto del día me dedico a "moñear".
 "Yo ya he hecho todo lo que tenía que hacer hoy"..., jajaja...


Pero Miguel no perdona, así que hay que seguir escalando.


"La novia del indio", 7a+


El domingo 27 lo pasamos en el sector Alfar
El día que escalas en el Alfar no puede faltar el "Gato con botas", 7a.
Recientemente reequipada, ha quedado de lujo. No le han añadido ningún seguro más, pero sí se han movido los seguros de abajo, que estaban situados demasiado a la derecha. Muy buen trabajo.


"La princesa de la boca de fresa", 7a.


Y el lunes nos despedimos de Cuenca de nuevo en el Portero de Noche, donde Miguel me deja las cintas puestas en "Indigencia Intelectual", 7a, y me la llevo guardada en la saca. Qué felicidad!!


El Martes 29 hemos quedado con los amiguetes en la Pedriza. Subimos al Risco de la Fuente.
Situado en la zona de Los Algibes. Son unos muros impresionantes, que cuentan con un puñado de vías preciosas, largas, abiertas por los señores Juan Guerra y Tomás Campos (http://solo-pedriza.blogspot.com.es/) con un gusto exquisito. Muchas gracias, chicos...


Nos juntamos allí Cris, Inés, Miguel Angel, Pelu, Carlos Manget y nosotros dos.


Empieza Miguel Angel con "Campos de Guerra", 7a+.



Y Miguel con "Héroes de Fukushima", 7b+. La estrella de la corona, dicen...


Cuando baja Miguel, yo la subo con la cuerda por arriba. 
Me caigo al comenzar el tramo más duro, pero consigo resolver todos los pasos.



Cristina, como todavía no la dejan escalar, se dedica a hacer fotos a mi sombra...



Miguel en el tramo clave de "Héroes de Fukushima".


Cuando Miguel Angel baja de "Campos de Guerra", sube Cris. Después yo. 
Como padecemos de mieditis crónica, le damos un tiento con la cuerda por arriba. 
Para mi sorpresa, la encadeno de segundo. 
"Vaya por dios, que no voy a tener más remedio que meterme de primero..."


Miguel le da otro tiento al 7b+, pero no puede con él. Baja con las yemas arrasadas.



Cuando él baja, le toca el turno a Inés. Va marcando regletitas que no hemos visto antes y me animo a subir de primero. Es tan bonita...


Pelu en "La Bella Durmiente", 7b.


Antes de empezar a subir me aseguro de que Carlos va a subir después. Por si no consigo llegar a la reunión...voy sin presión...
Cris me asegura, y Miguel escala a la par que yo en "La Bella Durmiente".


Empiezo con ganas, pero para cuando paso del primer seguro ya voy acojonada. Quién me manda???


Paso los primeros seguros. En teoría es fácil. En la práctica, mi escasa experiencia escalando en La Pedriza hace de cada paso un mundo, por muy fácil que sea...


De repente me encuentro al principio del tramo duro.
 "Lo duro" dura dos seguros. Dos seguros...
Se dice pronto, pero duraron una eternidad...


Cuando me encuentro con el primer paso de "lo duro" en seguida pienso "hasta aquí hemos llegado"...
No sé porqué, pero decido no colgarme. Voy a intentarlo...
Hasta el fallo...cuando me caiga me he caído...


Abajo oigo a los amigos animarme. Me jalean y me dan indicaciones. Miguel escalaba su 7b...


De repente, me encuentro cosiendo la primera cinta de "lo duro". Ostras!!
Venga, pues voy a ver si llego a la siguiente...


Sin previo aviso, abajo dejan de hablar. Silencio sepulcral. 
Sólo oigo a Miguel a mi izquierda. 
Le dice a Pelu: "espera...no puedo seguir...tengo que pararme...esto es algo histórico..."


Es en ese momento cuando empiezo a ser consciente de lo que estoy haciendo. Estoy escalando "lo duro", y aún no he caído! 
Las palabras de Miguel hacen crecer de repente la presión en mí. No puedo fallar...
Abajo el silencio se convierte en un vacío. Me siento sola. Oigo mi respiración muy fuerte.
También oigo a Miguel como si me susurrara al oído. Me habla bajito. Me sigue dando indicaciones. No me sirven de mucho, pues yo tengo que buscar las regletas y los pies que a mí me vienen bien. 
Me siento levitar. Cada vez que muevo un pie me sorprendo por no haber caído. 
Es como si de repente hubiera pulsado un botón que nunca antes había encontrado. Mis pies se aguantan de cualquier "mierda" y las yemas de mis dedos sienten como buenas esas minúsculas regletas que parecen estar dibujadas.
No peso. No puedo ser más liviana que lo que soy ahora...


Chapo el segundo seguro de "lo duro". En ese momento se acaba el silencio. Empiezan a decir "ya está, ya lo tienes!". Un 7b+!!! 
Para mis adentros les suplico que no lo hagan, que no me abandonen ya. Los necesito hasta la reunión. Aún me quedan otros dos seguros de un terreno "fácil", que para mí se convierte en el camino más largo de mi vida. 
Les digo "no!...no me digáis eso!!"
Empìezo a respirar más rápido, los nervios amenazan con dominarme. Los ojos se llenan de lágrimas. 
No veo. Me voy a caer...
Coso una cinta más y me paro. Tengo que parar a tranquilizarme. Reanudo la respiración pausada de antes e intento dejar de llorar. Vamos!
Chapo un seguro más y el terreno se vuelve visiblemente más fácil. Me paro de nuevo. Le digo a Cristina que estoy llorando y me contesta que ella también.
Me seco los ojos y avanzo hacia la reunión. Ahí la tengo, al alcance de la mano. 
Y llego, por fin, y el llanto se vuelve gritos y risas y me siento feliz, muy feliz...





martes, 15 de diciembre de 2015

LEYENDAS PEDRICERAS


"10 o 12 hombres perfectamente montados y equipados, vagan por el sitio llamado Las Pedrizas, en las inmediaciones de Colmenar, y se han dejado ver en los alrededores de El Paular, Miraflores y demás pueblos de aquella Sierra. Nos han asegurado, aunque nosotros no respondemos de la exactitud de la noticia, que el sábado último salieron los ladrones al camino de Castilla y robaron unas diligencias, internándose después en Las Pedrizas. Los habitantes de los pueblos cercanos se hallan poseídos de un terror pánico de mismo modo que las personas cuyos negocios les obliga a transitar por lugares tan sospechosos."


"Frecuentaba la vertiente sur de la sierra madrileña una partida de bandoleros conocida por sus asaltos y secuestros, y que algunas citas señalan la comandaba Paco el Sastre. Tenían como cuartel general y refugio después de sus fechorías un paraje perdido en la Pedriza de Manzanares de muy difícil acceso."


"En cierta ocasión secuestraron a una joven que pertenecía a una familia madrileña adinerada. Ya en el roquedo, el jefe de los bandidos, regresó a la ciudad para negociar el rescate, dejando a la infortunada al cuidado de sus secuaces. Nada más irse, los delincuentes se disputaron a la infeliz, con el consiguiente enfrentamiento que concluyó con la caída de uno de ellos, despeñado desde el risco que les servía de refugio. Enterado el capitán a su regreso, impartió justicia..."


"Para dejar claras las cosas y que su autoridad no se resistiese, el jefe de los bandidos ejerció en el momento la justicia de los poscritos. El asesino recibiría la misma pena que había causado a su compañero: la muerte.Él se encargó de ejecutarla, arrojándole al abismo. Ocurrió que en el momento de hacerlo, cuando el capitán empujaba al criminal, éste le agarró de una pierna arrastrándolo con él hasta el otro mundo. Cayeron los dos, reventándose contra las piedras del fondo."


"Tras el tremendo desenlace, el resto de los secuaces, consternado, se dio a la fuga, quedando la joven secuestrada libre, pero perdida. Así vagó varias jornadas por el peñascal, hasta que la encontró uno de los pastores de la zona, El Mierlo, quien la devolvió a la Corte, regresando a sus tareas de la sierra. Enterados los bandidos y pensando que había recibido una recompensa que consideraban suya, fueron a por él, asesinándole."


"Los habitantes de Las Rozas de Madrid de la primera mitad del siglo XIX, sufrieron algunos de los robos cometidos por el bandido castellano por excelencia: Luis Candelas. Aunque este salteador actuaba principalmente en Madrid, en ocasiones se trasladaba a la Sierra de Guadarrama para, aprovechando las entonces extensas zonas de fresnos y peñascales, asaltar los carruajes postales."


"Luis Candelas Cajigal, el bandido madrileño por excelencia del 1.800, actuaba con ferocidad, pero sin delitos de sangre, aunque se batiera en duelo en dos ocasiones, una de ellas contra el que luego sería su compinche, Paco El Sastre. Junto a él, Francisco Villena, Mariano Balseiro y Leandro Postigo, entre otros, formó su famosa banda. Era frecuente encontrarse con ellos en las tabernas de Madrid y, aunque ninguno era un serrano de pro, son considerados parte de los bandoleros del Guadarrama."


"Existen testimonios que narran cómo uno de los atracos más famosos de Luis Candelas se produjo en pleno camino de Matas Altas, zona de montes situada entre las Rozas y Torrelodones, en 1836. Gracias a un chivatazo, Candelas fue conocedor de un suculento carromato postal procedente de Valladolid. Mientras esperaba con su banda al carruaje en cuestión, los malhechores no dudaron en asaltar a cuantos transitaron el camino aquel día, incluida otra galera proveniente de Salamanca. Sólo lo que hoy en día es la Guardia Civil pudo espantar a la banda del lugar."


"Según mantiene la leyenda, Candelas habría sustraído durante el golpe una valija diplomática. En este maletín, cuyo supuesto dueño sería el embajador francés en España, Armand Augustin Louis de Caulainclourt, se encontrarían papeles comprometedores de nuestro país vecino."


"Al regresar a Madrid, el bandolero, haciéndose pasar por el noble Luis Álvarez de Cobos, habría actuado como intermediario entre el desdichado político y la banda, recibiendo en compensación dinero y una condecoración."


"Llevamos semanas de batalla y únicamente poseemos como armas las piedras que ésta región, tan hermosa y austera a la vez, nos proporciona. Una vez fuimos hermanos, pero las disputas entre el jefe del clan primigenio y un pariente de sangre nos llevaron a combatir. La tierra, que desde siempre nos ha ofrecido simiente y refugio, nos precipita a la lucha un día más."


"Con el arroyo tomado por el otro bando nos encontramos sitiados y el hambre se hace palpable en el ánimo de los guerreros. Muchas noches atrás, nuestros cultivos fueron arrasados y no hay alba que despunte sin que alguna cabeza de ganado aparezca muerta. La derrota, que no tardará en producirse, transfigura nuestro semblante y sólo nos queda el silencio callado tras cada ataque."


"Hasta las rocas parecen erigirse confabuladas con el enemigo, pues cobran vida ante nuestros ojos con extrañas formas premonitorias. Muchos creen ver altas torres de magníficos castillos donde sólo hay peñascos y bravos guerreros de tamaño inhumano que proyectan sombrías sombras sobre nuestras chozas. Son los soldados enemigos que alertan de un futuro muy cercano."


"Los años transcurren y el rencor por la rendición vuelve a florecer. Los escasos mensajes clandestinos, llegados del otro lado, alientan a un ataque con la venida de las primeras nieves. Una nueva ofensiva va a comenzar y el arroyo teñirá nuevamente sus aguas con la sangre de los caídos. La peña con forma de bota, que limita nuestras tierras allí por donde se esconde el sol, no será más un símbolo de humillación sino de gloria, y el yelmo, que mañana portaremos en el enfrentamiento, será evocado por nuestros hijos en recuerdo de nuestra valentía."

Textos originales de: